Una de las principales señas de identidad de nuestra empresa es la artesanía. El lenguaje de las manos es el primer lenguaje universal de la humanidad. Antes de las palabras fueron los signos, igual que antes de lo industrial fue lo artesanal. Utilizar la artesanía como herramienta de expresión es algo que, en la actualidad, hacen muy pocas empresas y entre ellas, Expormim. El rattan es el lenguaje codificado por las manos expertas de los artesanos. Y su codificación se hunde tan profundamente en los orígenes de la raza humana, en el arte ancestral de la cestería y del trenzado del mimbre, del curvado de la caña para producir objetos y utensilios de uso cotidiano, que cualquiera es capaz de entenderlo.
La comarca de La Costera, donde se encuentra Moixent y donde nos encontramos nosotros, cuenta con una larga tradición artesana basada en el mimbre, el esparto y la caña. Y con larga nos referimos a centenaria. En un entorno rural, con una economía basada fundamentalmente en la agricultura, esta industria dio sustento a muchas familias. Los cestos y capazos eran necesarios para el campo, para el transporte de frutos como la uva, que es un cultivo abundante en la región. Con esparto se realizaban las alpargatas, las esteras, los asientos de las sillas, abanicos para avivar el fuego y multitud de enseres más, incluso decorativos. Somos herederos de aquellos artesanos domésticos, de ellos aprendimos y en ellos seguimos hoy inspirándonos.